El camino hacia la agilidad

Por/By: Published On: 29/05/2019

Por: Ariel Gardella

En la era digital, muchas organizaciones tradicionales se encuentran con importantes exigencias e implementando cambios para hacer frente a la velocidad y adaptabilidad del mundo empresarial actual. ¿El reto? Transformarse en “organizaciones ágiles”.

Claramente no es un camino sencillo de transitar. Hablar de organizaciones ágiles no es simplemente hablar de nombres “aggiornados” como Scrum Master, Chapters Leaders, Tribus, Squads, etc.

La agilidad es un conjunto de habilidades y comportamientos / capacidades. Constituye un nuevo “mindset” que permite abordar nuevas formas de trabajo para ser más efectivos. En este sentido, podemos encontrar distintos niveles de maduración dentro de una “Organización Agile”: agilidad escalada en IT, proyectos abordados con metodología ágil, fábrica digital u organizaciones parcialmente ágiles.

Para lograr que la agilidad empiece a permear y quebrar las viejas estructuras es indispensable abordar las siguientes 5 dimensiones:

  1. Estrategia. Estableciendo un norte, un propósito y una visión compartida. Con una guía estratégica accionable y flexibilidad en la asignación de recursos con fuerte foco en el cliente
  2. Estructura. Una red de equipos empoderados, con roles y responsabilidades claramente definidos, gobierno práctico, comunidades robustas, ambientes físicos y virtuales abiertos.
  3. Procesos. Ciclos rápidos de toma de decisiones y aprendizaje, interacción y rápida experimentación, valor continuo, modos de trabajo estandarizados y orientados a productos, información transparente.
  4. Personas. Un modelo dinámico de personas que enciendan la pasión. Una comunidad cohesiva con impulso emprendedor, movilidad de roles y colaboración.
  5. Tecnología. De última generación que actúe como habilitadora de la evolución de la arquitectura, sistemas y herramientas; así como para el desarrollo de nuevas tecnologías y prácticas de delivery.

A las dimensiones descriptas, se agrega otro engranaje crítico para lograr escalar la agilidad: el desarrollo de las “capacidades ágiles”. Para construirlas y liderar una Organización Ágil es crucial que en primer lugar se desarrollen sus líderes para luego continuar por sus equipos y posteriormente el resto de la organización, en esta secuencia:

  • Desarrollo del líder: cambiando de mentalidades reactivas a creativas; innovación, colaboración, creación de valor y con un enfoque disciplinado.
  • Desarrollo de equipos: ayudando a los equipos a trabajar de manera ágil, fomentando el empoderamiento, el pensamiento de diseño y la innovación del modelo de negocio.
  • Desarrollo de los colaboradores: definiendo y compartiendo un propósito, estableciendo la estrella del norte. Y entonces aplicar los principios y prácticas del diseño ágil de la organización. Dando forma a una cultura organizacional ágil y un enfoque ágil para desarrollar líderes.

Para lograr la aceleración de resultados mediante la implementación de una organización ágil y colaborativa, desde nuestro play Organization & People Transformation ofrecemos tres abordajes:

  1. Agilizando la Organización: mediante redes de equipos que aprenden y toman decisiones rápidas, incorporando velocidad y adaptabilidad.
  2. Construyendo Capacidades Ágiles: con el desarrollando nuevos “mindsets” y capacidades para transformar las personas, los equipos y la organización.
  3. Escalando la Agilidad: aplicando acciones específicas que permiten acelerar la transformación.

La agilidad es más que una tendencia, o una palabra de moda. Ser ágiles hoy implica ser más flexibles, con foco en el cliente y en la velocidad de ejecución de los cambios.

Por sí sola no es suficiente, es necesario trabajar la agilidad como medio y no como fin. Por esto, nuestro enfoque permite alinear e integrar la estrategia con prioridades de negocios, la tecnología y la gestión adecuada del talento, acelerando la transformación. También es importante resaltar que las metodologías ágiles deben adaptarse al caso concreto y real sobre el cual operan. Más allá de esto, lo difícil es buscar el punto intermedio entre ágil y tradicional; es decir el punto medio exacto y más recomendable.

La transformación que estamos viviendo implica una aceleración de resultados, uno de los pilares que permitirá el cumplimiento de los objetivos es la implementación de una organización ágil y colaborativa.

“Agilidad” no es simplemente un método para mejorar los resultados de negocios, sino que es una herramienta poderosa que saca lo mejor de las personas. Los empleados se convierten en mejores empleados, mejores líderes son mejores personas, en el trabajo y en la vida. Una disciplina, una implementación sostenible ágil, en sincronización con el cambio cultural asociado, constituye un paso clave para el futuro de la empresa.

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