Estrategia e Inversión en un entorno ágil

Por/By: Published On: 04/07/2019

Por: Carlos Manuel Blando

Las organizaciones definen sus estrategias y objetivos a partir de múltiples factores, entre otros, información de los clientes, demanda del mercado, requisitos regulatorios y oportunidades tecnológicas. A partir de esto se disparan diversas ideas que se transforman en proyectos y programas, constituyendo el portfolio de proyectos de la organización, los que se priorizan, planifican y desarrollan, agregando valor a la organización. Este proceso es medido en términos de progreso, resultados y obtención de beneficios, los que realimentan el proceso con nueva información que dará origen a nuevas estrategias.

Hasta acá, estamos ante un enfoque de gestión de portafolios tradicional, en el que todo proyecto debe siempre estar alineado con la estrategia de la organización. La diferencia del enfoque tradicional con un enfoque ágil radica, fundamentalmente, en cómo es el proceso de planificación estratégica, tanto en su concepción como en su dinámica de ejecución. Una manera interesante de analizarlo es tomando como base el marco de referencia SAFe (Scaled Agile Framework), el cual permite escalar ágilmente el manejo de nuestro portafolio de proyectos.

Este proceso de planificación estratégica ágil comienza con la ejecución de Labs de innovación, experimentos, prototipos, hackáthones estratégicos, donde se generan las ideas. Las mismas se describen brevemente, se evalúan y priorizan generando el backlog de iniciativas estratégicas.

Dichas iniciativas se distribuyen entre los distintos equipos, en los que pueden constituirse uno o varios value stream, asignándosele el correspondiente presupuesto a cada uno. Los value stream representan la serie de pasos que una organización ejecuta para construir soluciones que proporcionan un flujo continuo de valor a un usuario final, cliente o proceso interno de negocio.

Un portfolio consta de un conjunto de value stream, cada uno de los cuales construye y soporta una o más soluciones. Políticas, directrices y prácticas de gasto definen un marco de referencia y gobierno para un portfolio específico, estableciendo, entre otras cosas, márgenes para la gestión del presupuesto.

Este nuevo modelo de gestión de portafolios ágil permite a la empresa eliminar o reducir la necesidad de la presupuestación tradicional basada en proyectos. Es un cambio significativo, que requiere un profundo análisis y la comprensión de los value stream del portfolio.

Para lograr agilidad en la planificación, se deben combinar elementos que promuevan la estabilidad y el dinamismo. Establecer prioridades estratégicas claras y definir objetivos estrechamente relacionados con los equipos son los elementos que brindan estabilidad a la planificación ágil. Mientras que el dinamismo proviene de la celebración de sesiones de planificación frecuentes, en las que el presupuesto se revisa y redistribuye entre las unidades de negocios. Y así, se logra empoderar a los equipos para que utilicen el presupuesto como mejor les parezca.

Las PMO deberán soportar, acompañar e influir en el éxito de una transformación empresarial ágil, convirtiéndose en una APMO (Agile Project Management Office) que de no lograrlo serán relegadas a la supervisión de mantenimiento o a su disolución misma. Las APMO tienen un rol de liderazgo en ayudar a la organización a mejorar y lograr sus objetivos de negocio.

En Together Business Consulting contamos con el conocimiento, la vocación y la experiencia para ayudarlos a recorrer esta necesaria Transformación del área de Gestión de Portfolios.

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